Lost Lake Cafe and Lounge es un restaurante en la ciudad de Seattle, al que no le gusta Google Glass. En Facebook, Nick Starr denunció que se le pidió que se quitara las gafas inteligentes o dejara el lugar. Después de reclamar y exigir que se le mostrara si había una “política oficial” del restaurante respecto al uso de estos aparatos, Starr terminó abandonando el restaurante.
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En su sitio en Facebook, el restaurante publicó entonces una declaración oficial sobre el uso de estas gafas en el local. “Solicitamos amablemente a nuestros clientes evitar usar y operar Google Glass en Lost Lake. También les pedimos que no filmen a nadie usando cualquier otra tecnología”, declaraba.
También señala que “si usas Google Glass adentro, se te pedirá que te detengas o te retires. Si te pedimos que te vayas, por favor no empieces a gritar sobre tus ‘derechos’”.
La campaña anti-Google Glass estaría impulsada por David Meinert, dueño de Lost Lake y del bar 5 Point Café, que prohibió el uso de Glass de forma preventiva en marzo. En Forbes, Meinert señala que el incidente de Lost Lake tiene más que ver con mal comportamiento del cliente. “Creo que la parte loca es que este tipo viene a un restaurante para cenar y se le pide que ajuste su comportamiento de una forma en la que tenemos derecho a hacerlo. A él no le gusta, así que intenta que despidan al mesero”, afirma.
“Si entraras aquí con una cámara de video te pediríamos que te detengas. Si estás hablando muy fuerte en el teléfono, te pediríamos que salieras. Eso debería ser obvio. Con Glass, debería haber una etiqueta en torno a su uso, y creemos que en un lugar como un café o un bar no deberían ser usadas”, dice Meinert.
Estos no son los únicos lugares con políticas contra las gafas inteligentes, que ya han sido rechazadas en casinos y cines. ¿Llegarán a ser aceptadas las gafas en todas partes con el tiempo?
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