Un grupo de arqueólogos han descubierto un cerebro carbonizado que pudiera tener alrededor de 4000 años de antigüedad en el oeste de Turquía. Lo que parecía ser un simple hallazgo de cuatro esqueletos humanos en un túmulo funerario hace unos años se convirtió en una fuente de información que está próxima a ser explorada. Con este descubrimiento se pretende investigar acerca de tumores antiguos, hemorragias e incluso la historia de algunos trastornos neurológicos.
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Junto a los cuerpos se hallaron otros objetos de madera. Todo esto, junto con los cráneos y cuerpos, de manera quemada. Según NewScientist, la hipótesis de su conservación es que las llamas habrían consumido todo el oxigeno dentro de los escombros, además de “hervir” lo que el cráneo contenía. Estas acciones serían las responsables de evitar la descomposición del tejido.
El ultimo factor que habría ayudado a la conservación de este cerebro sería la composición química del suelo cuyos elementos prominentes son potasio, magnesio y aluminio. La reacción de estos elementos con los ácidos grasos del tejido humano forman una sustancia llamada adipocira, que ayuda al cerebro a mantener su forma.
Meriç Altinoz de Halic University en Estambul, Turquía junto con otros colegas han sido los encargados de analizar dicho descubrimiento. Para Altinoz, la alta actividad tectónica de la zona tendría que ver con la situación fatal para estos individuos.
“El nivel de conservación en combinación con la edad es notable”, dijo por su parte Frank Rühli de la Universidad de Zurich, Suiza, quien ya ha examinado este tejido. “Si queremos aprender más sobre la historia de los trastornos neurológicos, necesitamos tener el tejido de esta forma”, dijo finalmente Rühli.
Link: NewScientist