Los conflictos diplomáticos entre Estados Unidos y Europa han ido escalando mientras se destapan casos de espionaje que indignan cada vez más a las autoridades. Para defenderse, Alemania buscaría proteger el tráfico de datos en Internet de forma similar a lo que intentaría hacer Brasil.
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La operadora Deutsche Telekom, que pertenece en parte (32%) al Estado, quiere que las compañías de comunicaciones alemanas cooperen para proteger el tráfico de internet local de los servicios de inteligencia. Varios apuntan a que la medida podría ser simplemente una oportunidad publicitaria, y cuestionan si realmente se puede hacer.
Básicamente, el plan sería que el tráfico generado en Alemania se mantenga dentro de las fronteras del país y que no sea enrutado a través de otras naciones, donde podría ser interceptado por la NSA.
Sin embargo, Internet no fue construido pensando en fronteras geográficas, sino que los datos buscan el camino más corto y más barato para viajar de un punto a otro. Hacer que el tráfico sólo viaje por conexiones domésticas no necesariamente sería el camino más corto o más barato, y probablemente requerirá inversión en la infraestructura de redes para poder conectar todo, lo que podría aumentar los costos para los usuarios.
En la actualidad, si una persona de Munich quiere chatear con alguien en Berlín usando Facebook, el tráfico deberá viajar a uno de los datacenters de la compañía en Carolina del Norte (EE.UU.) o en Luleå (Suecia). Asimismo, los perfiles de los usuarios no están almacenados por proximidad geográfica, que sería en el datacenter de Suecia, sino que diferentes funciones – como mensajería, juegos, publicaciones en el muro – están distribuidas en diferentes servidores para mejorar la eficiencia.
Las compañías de Internet suelen depender de algunos pocos datacenters para mantener su operación global, ubicando estas instalaciones tomando en cuenta factores como el precio de la energía, temperaturas frías y conectividad a banda ancha de alta velocidad.
La única forma de mantener el tráfico en Alemania sería obligar a las empresas a poner datacenters en el país para sus ciudadanos. Algo similar ha propuesto hacer Brasil, buscando forzar por ley la instalación de datacenters locales que almacenen la información de los brasileños.
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Sin embargo, si Facebook o Google no instalan servidores locales, los alemanes se quedarían sin acceso a esos servicios. Si bien hablamos de empresas grandes que podrían tener los recursos, otras compañías no podrían poner datacenters en todos los países y esos servicios simplemente dejarían de estar accesibles.
Por otro lado, algunos críticos apuntan que para asegurarse de que el tráfico nacional se mantenga dentro de las fronteras, deberá haber una vigilancia de parte del Estado sobre Internet. Así se cambia la vigilancia extranjera por vigilancia interna, lo que no necesariamente es mejor.
Antes de la crisis iniciada por el espionaje de la NSA, sólo países como China e Irán «amurallaban» su Internet. Si más países se suman a esta tendencia, expertos advierten una posible «balcanización» de la red, que atentaría contra la apertura y eficiencia que la han convertido en una herramienta tan útil.
Link: Reuters