La industria discográfica y cinematográfica norteamericana en conjunto con los mayores ISP de Estados Unidos están trabajando en la creación de un nuevo currículo escolar cuyo proyecto piloto comenzará a ser implementado en las escuelas básicas de California para fines del presente año.
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Como era de esperarse, todo estaría centrado en inculcar en los niños que el compartir es un robo por lo que es algo muy malo, incluso más que copiar en una prueba, ya que le privarían a la industria de contenidos de sus ganancias respectivas.
«Esta poco sutil propaganda corporativa es inexacta e inapropiada«, aseguró el abogado de propiedad intelectual de la Electronic Frontier Foundation (EFF), Mitch Stoltz:
Sugiere falsamente que las ideas son propiedades y que crear en base a ideas de otros siempre requiere solicitar permiso. El mensaje es que los estudiantes deberían gastar más su tiempo no en crear, sino en preocuparse en su impacto en las ganancias de las empresas.
El material por ejemplo no enseña acerca de la doctrina del uso justo, un criterio del derecho anglosajón que permite reproducir limitadamente cualquier obra protegida por el derecho de autor sin pedirle permiso a nadie, pues estaría contemplado bajo el derecho a la libertad de expresión, cuando su propósito es la realización una crítica, un comentario, enseñanza e investigación, o como referencia para una noticia.
En vez de esto, a los niños se les quiere inculcar simplemente que usar obras sin permiso es ‘robar’. «Justin Bieber se hizo famoso por cantar canciones de otras personas sin permiso, en YouTube. Bajo este currículo deberían decirle que lo que hizo fue ‘malo’, que ‘robó’, y que podría terminar en la cárcel«, aseguró Stoltz.
Si bien los autores del currículo escolar aseguraron que aún les falta por depurar un poco más el contenido, afirmaron que la doctrina del uso justo no es parte del material de enseñanza porque «los niños no tienen la habilidad de comprenderlo«, aunque no descartaron ‘eventualmente’ enseñarlo a los mayores.
Link: Wired