Después de destruir los discos duros de The Guardian en Londres y detener a la pareja del periodista Glenn Greenwald en el aeropuerto por leyes antiterroristas, el gobierno británico ha intentado dar explicaciones sobre sus acciones.
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La destrucción de hardware sería supuestamente para evitar que China o Rusia pudiera hackear al periódico para conseguir los datos – pese a que desde el Guardian insistieron en que la información tiene copias fuera de Londres.
Respecto a la detención de David Miranda en el aeropuerto de Heathrow, el Ministerio de Interior afirmó que fue un asunto policial en el que no intervino el gobierno. Por sospechoso que eso suene.
Si la policía cree que un individuo está en posesión de información robada altamente sensible que podría ayudar al terrorismo, entonces debería actuar y la ley les entrega un marco para hacer eso. Quienes se oponen a este tipo de acciones necesitan pensar sobre lo que están condonando”, dijo.
La Government Communications Headquarters (GCHQ) es la oficina británica de inteligencia, que también vigila Internet. Según documentos filtrados, la agencia trabaja en conjunto con la NSA en un plan para espiar la red llamado Tempora, e incluso habría recibido financiamiento de Estados Unidos para instalar sus sistemas.
The Guardian explicó en un artículo hoy el asunto de la destrucción de los discos, asegurando que fueron presionados por agentes de inteligencia que insistían en que el material almacenado por el periódico era vulnerable a ataques de extranjeros, pese a que el diario los tenía en una red cerrada sin acceso desde el exterior.
Tras varias conversaciones y reuniones, los agentes comenzaron a amenazar con tomar acciones legales y lograr un allanamiento al diario. Los abogados del periódico temieron que cualquiera de las acciones que tomase el gobierno podría provocar una suspensión del funcionamiento de The Guardian. “Preferí destruir nuestra copia en lugar de entregarla o permitirle a la corte congelar nuestra investigación”, explicó el editor Alan Rusbridger.
Todo apunta a que la intención es evitar que la información siga llegando a Glenn Greenwald, quien destapó la historia de la NSA y ha estado a cargo del tema, pese a que los datos tienen copias repartidas en diferentes lugares.
Links:
– The Guardian 1
– The Guardian 2