Esta es la historia de dos marcas, inicialmente con un gran potencial, que poco a poco se han visto mermadas por mala publicidad y por malos productos. En 2011 la taiwanesa HTC decidió hacerse con la mayoría de “Beats” por unos USD$300 millones, una marca creada por el productor Dr. Dre y Jimmy Lovine, cuyos auriculares, muy lejos de ser de buena calidad, han tenido un éxito tremendo gracias a la promoción por grandes estrellas del Pop.
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Los auriculares Beats son de todo menos buenos, engañan, son famosos por marketing, pero su tecnología en realidad es una pequeña estratagema para que creas que se escuchan bien. Básicamente su procesador de sonido lo que hace es modificar los niveles de ecualizador para cuando está “desactivado” se escuche peor de lo que debería ser, pero que cuando se “enciende”, al subir los graves y agudos a un nivel aceptable, te hace creer que la calidad del audio es increíble. No lo es. He tenido uno de sus auriculares y aunque los disfruté, una vez pruebas uno de una marca mejor como por ejemplo AKG, entiendes el pequeño engaño. Pero marketing o no, Beats es una marca que ha ganado mucho y que disfruta de una buena relación con el público menos especialista.
Tras un par de años de relación, HTC vio mermada su posesión de HTC, del 50,1% inicial, vendieron parte de sus acciones para tener el control del 25% de la empresa en un movimiento valorado en USD $150 millones que actualmente disfruta, o según Wall Street Journal, por ahora.
Según WSJ, Beats quiere adquirir el 25% que tiene HTC de vuelta para volver a controlar la empresa. Hay que recordar que HTC adquirió parte de Beats porque querían que sus móviles tuviesen la mejor calidad de audio posible. Esto llegaba gracias a un controlador propio y a la mejora de los altavoces, incluyendo algunos auriculares in-ear con la famosa marca de Beats.
Por desgracia para HTC, la gente no compra móviles porque se escuchen bien, por suerte para el resto de la humanidad, la gente no compra móviles porque los altavoces se escuchen bien. Pero HTC no logró encontrar la mejor forma de usar la tecnología de Beats hasta el reciente HTC One y HTC One mini, con sus dos altavoces frontales que se escuchan realmente bien.
Conflicto de intereses
Beats no solo tiene su tecnología en los dispositivos de HTC, también llevan tiempo colaborando con HP, una marca que aunque también se encontraba en horas bajas en su negocio de consumo, se ha mantenido aceptablemente con portátiles. Es en la gama de portátiles donde HP integraba tecnología Beats. Incluso en Ultrabooks, que no existe uno solo que tenga unos buenos altavoces.
HP lanzó una tablet no hace mucho, HP Slate 7, una tablet muy barata que no es lo mejor que puedes adquirir ahora mismo, pero que es un primer inicio de HP en dispositivos móviles desde la retirada de los móviles Pre y tablets TouchPad, que heredaron de la adquisición de Palm. El gran problema de Beats es que tienen una tecnología, que aunque discutible, siguen logrando vender. HTC quería que la tecnología Beats fuese exclusiva en sus dispositivos, lo que para una empresa en la que su negocio se basa en vender auriculares a cada cual más absurdo, no puede ser bueno. Beats necesita extender su tecnología y licenciarla. El problema para Beats es que su unión con HTC provoca un conflicto de intereses para poder expandirse, sobre todo con HP de la que se lleva rumoreando bastante tiempo que quiere volver a crear un smartphone.
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Y no es que la situación de Beats sea mala, durante 2012 logró alcanzar unas ganancias de USD$1000 millones, un gran salto de los USD $200 millones de 2010, pero ¿cuantos auriculares se pueden vender en el mundo?
HTC ¿para qué va a vender?
No es que HTC quiera vender, si no que Beats quiere nuevos inversores para hacer crecer más la empresa. Si seguimos la tendencia, un mínimo de USD$150 millones podrían engrosar las arcas de HTC con la venta del 25% restante que les queda de Beats, pero esto es poco dinero, HTC necesita mucho más dinero para que su situación financiera de la vuelta.
Los resultados de HTC están siendo analizados trimestre a trimestre a lupa, la empresa no logra levantar cabeza ni con buenos terminales como el HTC One, aunque les hace falta una mejor gama media y baja que es lo que hace que sus ventas pueda levantarse, pero más allá de sus resultados económicos, no podemos olvidarnos que HTC acaba de gastarse la friolera de USD$ 1.000 millones en una de las campañas de publicidad más absurdas con el actor Robert Downey Jr. en un contrato de representación de dos años.
Mil millones de dólares menos, que se pudieron invertir en mejorar productos o incluso, hacer una mejor campaña de publicidad, que por ahora no se puede ni categorizar.
Link: Wall Stret Journal (Vía 9to5Google)