La polémica que desató el caso PRISM y dejó en descubierto la mayor red de espionaje organizada por un gobierno democrático, no impactó en la opinión de los ciudadanos estadounidenses respecto a sus prioridades y exigencias con las políticas de defensa oficiales. Es más, en los últimos cinco años, para el ciudadano promedio de ese país, la prioridad es la lucha contra el terrorismo, incluso si eso significa exponer su privacidad.
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Según una encuesta nacional realizada por el portal tecnológico Techcrunch, el 54% de los estadounidenses está de acuerdo en que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) viole su privacidad e incluso intervenga sus llamadas o acceda en forma secreta a sus teléfonos móviles, si el objetivo es luchar contra el terrorismo.
¿Realmente a las personas les importa más la lucha contra el terrorismo que quedar expuestos en su privacidad? Al parecer, la campaña comenzada hace muchos años, durante la Guerra Fría e intensificada luego de los ataques a las torres gemelas ha impactado de una forma en la opinión pública estadounidense como para que prefieran sacrificar su privacidad como precio para sentirse protegidos, tendencia que no se modificado en los últimos años, pero que no coincide mucho con la opinión a nivel mundial de otros ciudadanos que si han reaccionado ante estas intrusiones a su privacidad.
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De esta forma, la NSA posee la potestad de violar derechos constitucionales al acceder a información sensible de millones de personas, accediendo a sus registros de llamadas, correos electrónicos, datos personales, ubicación en tiempo real y consumos o gustos personales.
Quizás esa información no sea tan relevante o sensible para un ciudadano promedio como podría serlo para una personalidad pública, o profesional que maneje información que requiera de altos niveles de seguridad.
Lo cierto es que ante los hechos, la violación de la privacidad es un delito y a pesar de que un ciudadano considere que no maneja información relevante como para protegerla de forma adecuada, el precio que deben pagar por recibir una incierta sensación de seguridad contra un enemigo enfatizado por los medios de comunicación, quizás sea mucho más alto en el futuro, y demasiado tarde para detenerlo.
Link: Estadounidenses prefieren ser espiados a salvaguardar su privacidad (segu-info news) Foto: (cc) flickr followtheseinstrccions.