El 19 de junio del 2012 nos enteramos de una noticia que marcaría la agenda noticiosa durante muchos de los meses posteriores: El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, ingresaba a la Embajada de Ecuador en Londres para solicitar asilo político ya que temía que su extradición a Suecia por presuntos delitos sexuales era un montaje para llevarlo a Estados Unidos, donde puede ser juzgado con la pena de muerte por las filtraciones realizadas a través de Wikileaks.
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“Creo que esto se resolverá entre seis y 12 meses. Eso es lo que estimo”, afirmó hace diez meses atrás el periodista australiano con un cierto nivel de optimismo.
Hoy ha transcurrido exactamente un año, y en el aniversario, Assange concedió una entrevista al periódico London Evening Standard donde declaró que no planea abandonar la Embajada de Ecuador incluso si el gobierno sueco retira los cargos en su contra:
“La opinión de mi abogado estadounidense es que ya hay una ‘acusación sellada‘ (secreta) que implica que seré arrestado a más a que el gobierno británico me garantice un pasaje seguro (…) Por lo tanto, si mañana el gobierno sueco retirara su petición de extradición, aún no podría abandonar la embajada“, aseguró Assange.
El periodista australiano aseguró que su caso se podría resolver rápidamente “si Suecia garantizara que no seré extraditado a los Estados Unidos, o si el gobierno inglés garantizara que vetaría cualquier solicitud de extradición a los EE. UU. (…) aunque veo poco probable que Suecia o el Reino Unido vayan a decirle públicamente que no a Estados Unidos en esta materia“.
Link: Julian Assange: I’ll stay in embassy even if Swedish charges dropped (Wired UK)