A pesar de la gran competencia que existe entre los principales servicios de música en línea en la actualidad, y los intentos de los gigantes de internet por imponerse con sus productos, ninguno se destaca por ofrecer una solución global que definitivamente cambie nuestros hábitos al momento de escuchar música.
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Pero si pensamos en Latinoamérica, donde experimentar las cualidades de estos servicios al 100% requiere de conexiones rápidas y estables, así como una oferta acorde a nuestras economías como para poder despegar en forma definitiva, este punto de vista se agudiza aún más, ya que en la actualidad no disponemos de los requisitos necesarios para una experiencia de consumo en la nube sin tener que sufrir algunos de los cuellos de botella existentes.
A nivel mundial, el mercado tiene grandes actores que ofrecen casi lo mismo, en realidad, cuando decimos “lo mismo” estamos hablando de servicios que imitan en gran parte al actual líder en el mercado de la música, el servicio sueco Spotify, que marca el rumbo y mira de arriba a otros como el francés Deezer, el estadounidense Pandora y quizás también al inminente Twitter Music y los movimientos que Apple pueda hacer para posicionarse.
¿Qué debería ofrecer un servicio de música para convertirse en el líder absoluto dentro del mercado? ¿Mejor velocidad, servicio ininterrumpido, buen rendimiento en dispositivos móviles, amplio catálogo de contenidos, buenos precios?
El recién presentado Google Music All Access es la evolución de la tienda Google Music lanzada hace casi dos años pero que no logró imponerse a otras alternativas más confiables hasta el momento. Por este y otros motivos estratégicos (¿Más inversión sobre Google+?), es que han transformado esta tienda en un motor de reproducción muy similar a Spotify, pero con un complemento inteligente (acá Google se aprovecha de todo lo que sabe de nosotros) que nos da la posibilidad de hacer una lista al azar de canciones en base a nuestros gustos personales.
El otro diferencial que ya había generado cierta polémica pero en caso de triunfar en el mercado volverá a aparecer en las primeras planas, es que All Access ofrecerá en forma global la posibilidad de subir nuestra propia música a los servidores de Google, algo que ningún otro servicio competidor ofrece hasta ahora. ¿Esto significa que Google permitirá blanquear miles de gigabytes de copias ilegales de música sin chistar sólo para aportar contenidos a su catálogo? La respuesta se verá cuando el servicio comience a funcionar y las cuentas bancarias a llenarse de dinero de suscripciones, aunque cuando fue lanzado Music, Jamie Rosenberg, director de Contenidos Digitales de Android intentó azucarar el debate afirmando que “hay gente que cree que debes pagar por escuchar música de la que ya eres dueño. Nosotros no”.
Por USD$9,99 el servicio estará disponible en primera instancia en Estados Unidos e irá habilitándose para otros países, aunque sólo será para la plataforma Android.
¿Realmente necesitamos otro servicio de streaming de música igual a los que ya existen?