El avance de la impresión 3D o prototipado rápido ya es una tendencia imparable. Hemos hablado en varias ocasiones de este tema en FayerWayer, entrevistando a especialistas, fabricantes, siguiendo casos polémicos como el de la fabricación de armas, e increíbles como la de el niño que recuperó una mano gracias a prótesis impresas, pero resulta complejo y un tanto difuso poder estimar con certeza cuál será el techo de esta tecnología que en poco tiempo se integró a nivel global.
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¿Qué podemos esperar en el futuro de las impresoras 3D? ¿Demasiados avances individuales con poca utilidad o una revolución similar a la provocada por la máquina de vapor?
Para los creadores del modelo argentino que entrevistamos, el techo no se ve aún, y tanto las casas de concreto como los tejidos y órganos humanos son un futuro que está a pocos años de convertirse en realidad e implementarse en forma masiva.
Pero la pregunta que más nos hacemos es si esta tecnología podrá saltar los obstáculos de los grandes fabricantes de tecnología, que al ver una tendencia en este segmento buscarán definir un mercado en base a diseños acotados a ciertos tipos de modelados, algo que rechazan fuertemente los impulsores de esta tendencia 100% Open Source y combativa de las patentes y restricciones.
Algo que quizás nos esté marcando un poco el acercamiento al consumo masivo de esta tecnología son algunos modelos que ofrecen tres grandes demandas del usuario global: probado masivamente, diseño atractivo y vanguardia.
Para eso, en esta primera nota sobre impresoras 3D que marcarán el rumbo de esta tendencia, vamos a reseñar la impresora más popular de la actualidad, la de mejor diseño estético y la más nueva de esta, podríamos decir, primera generación.
La más popular: Makerbot
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La impresora Makerbot es el resultado de años de experimentación en prototipado 3D. La empresa estadounidense Makerbot Industries decidió dar el paso a las grandes ligas apostando a un modelo para consumo masivo, que a simple vista muestra un equipo simple de usar, instalar y mantener, pero que esconde cientos de innovaciones conseguidas alrededor del mundo por distintos testeadores.
El modelo Replicator 2 no es el más accesible a nivel económico del mercado actual (US$2.200), pero es el único en su segmento (sin contar los modelos básicos que ofrecen empresas como HP), en ofrecer un equipo terminado, montado y calibrado por ese dinero y con una resolución de 0.1mm, una mayor superficie de impresión (28,5×15,3×15,5cm) y un consumo de energía reducido.
El punto cuestionable y que, como decíamos antes, hace que sea complejo acertar el futuro de esta tecnología, es que Makerbot, en su afán de lograr posicionar su modelo en el mercado de consumo masivo y con el objetivo de evitar el espionaje industrial, ha decidido apartarse de la filosofía Open Source y ofrecer la Replicator 2 en diseño cerrado, patentado y con derechos reservados.
La de mejor diseño: Form1
Es innegable que muchas veces la tecnología nos entra por los ojos. Por más que intentamos convencernos de que algunos productos son mejores, más estables o confiables, un diseño de vanguardia conquista al consumidor al punto de enamorarlo perdidamente.
Form1 es el nombre de lo que podríamos definir como “la impresora más linda” dentro del mercado actual de modelos. La empresa Formlabs entendió que el éxito de su modelo no sólo dependía de la tecnología desarrollada sino también en aplicar criterios relacionados con el diseño y estilo, algo que por ejemplo en la actualidad, dentro del mundo tecnológico es uno de los principales factores de decisión para la compra de un smartphone.
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La Form 1 no sólo está pensada desde el diseño, algo que realmente se ha logrado teniendo en cuenta las escasas referencias dentro del segmento, sino que también busca ofrecer una experiencia de uso sencilla y una muy baja curva de aprendizaje, ofreciendo un software que adapta cualquier plano de CAD descargado de internet en pocos minutos y sin conocimientos muy altos. También posee un sencillo kit de mantenimiento y control del material y la pieza impresa.
¿Será la forma de conquistar al público masivo cuando estos modelos comiencen a invadir los escritorios de millones de usuarios de computadoras?
La más nueva: DeltaMaker
Este modelo es lo último disponible en el mercado de prototipado 3D. Sus fabricantes se preguntaron ¿Por qué las impresoras 3D tienen que parecerse a un microondas? La respuesta fue este modelo, que combina una estructura de diseño sólida con un sistema de impresión invertida de alta velocidad que trabaja apoyado en tres patas que controlan los distintos ejes.
La Deltamaker es una impresora que fue pensada no sólo para crear piezas en 3D sino también, como dicen sus creadores, para experimentar todo el proceso de creado y que forme parte de la experiencia. Se inspiraron en el concepto de Robot Delta, creado por el ingeniero Reymond Clavel en la década de los ’80. Este concepto es el de un robot de tres brazos que, conectados a la base de trabajo (en este caso el extrusor de la impresora) permite una movilidad y velocidad que no poseen los modelos basados en un cabezal fijo dentro de ejes X, Y y Z. El concepto de Robot Delta de Clavel es ampliamente utilizado en líneas de envasado de productos ya que poseen una capacidad de acción de hasta 300 movimientos por minuto
Para obtener un mejor rendimiento, también subieron la altura promedio de otros modelos 3D para ofrecer una estructura vertical y limpia que permite observar el proceso de trabajo desde cualquier ángulo, con potencial para ser ubicada tanto en un escritorio de un aula repleta de alumnos como en un hall de entrada o en una presentación empresarial.
Durante el período de financiación colectiva en Kickstarter, el modelo está disponible a US$1.599 para los aportantes, y esperan mantener un precio no más allá de los US$1.999 para la venta libre.
Estos modelos sólo son un pequeño repaso de los miles de desarrollos que se están llevando a cabo alrededor del mundo gracias al espíritu colaboracionista que despertó esta tecnología, que transformará, a fuerza del crecimiento colectivo que está experimentando, todo el universo industrial, desde las grandes fábricas hasta los desarrollos personales.