Argentina tiene los precios de productos electrónicos más caros de nuestra región, incluso, por encima de países donde la demanda del mercado es mucho menor y ni siquiera poseen representantes locales de las marcas. Esto es lo que nos hace preguntarnos ¿por qué en este país la tecnología tiene precios tan altos para el consumidor final?
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A pesar de que muchos factores como la compra en cuotas fijas, las garantías extendidas y los descuentos bancarios, entre otros, hacen que comprar en forma local sea la opción más segura en el mediano y largo plazo, en algunos casos como los productos de computación, se puede llegar a pagar el doble o triple que en Estados Unidos y entre un 30% y un 70% más comparado con países de latinoamérica.
La pregunta apunta a que, sabiendo que un mismo producto se fabrica en China, por qué existen diferencias tan grandes en el precio final, algo que según los especialistas es muy complejo de comparar con Estados Unidos, donde la tecnología es barata no sólo por costos sino porque los volúmenes de ventas y lo aceitado del mercado de consumo local permiten que sea rentable operar con márgenes de ganancia bajos sobre millones de ventas. Pero al ser el principal mercado mundial, es imposible entender la dinámica de precios sin hacer una comparación con ese mercado.
Uno de los factores que generan el grueso de la diferencia son los impuestos. Mientras en Estados Unidos la carga fiscal total llega a un promedio del 8% sobre el producto, en Argentina asciende a más del 60% entre IVA, derechos aduaneros, impuesto interno a bienes suntuarios, ingresos brutos e impuesto al cheque.
A esto debe sumarse el costo de envío y la logística de llegada del producto al punto de venta, lo que incrementa el costo entre un 5% y 7% más.
La iniciativa del gobierno argentino para fomentar la producción nacional de tecnología en Tierra del Fuego, la provincia más austral del país, todavía no logra plasmar una baja considerable a los costos, no sólo de ensamblado sino también de traslado, ya que muchas piezas importadas llegan a la Aduana de Buenos Aires, deben viajar por ruta los 3.048 kilómetros que separan la Aduana de las fábricas ensambladoras, para luego volver a recorrer esa distancia con el producto terminado y embalado. El costo de ese viaje, que termina recorriendo un tercio de la distancia equivalente entre Argentina y China (19 mil kilómetros), asciende a US$9 mil por camión custodiado.
En los casos en que la mercadería llega ya lista para la venta, el costo es de US$5.500 por un container de 70 metros cúbicos vía marítima y entre 30 y 40 días de demora. Suponiendo que la finalización de los trámites de ingreso de la mercadería al país se demoren por cualquier motivo, el costo por tener los containers parados en Aduana es de US$20 por día por container.
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La suma de estos costos terminan impactando directamente en el bolsillo del consumidor, con ejemplos como el de la ultrabook Samsung samsung NP900x3A que en Argentina se comercializa en US$2400, En México llega a US$1700, y en Estados Unidos apenas por debajo de los US$1000.
A nivel regional, Chile, que tiene un tratado de libre comercio con Estados Unidos, posee un incremento no mayor al 10% en sus productos, Brasil se acerca más a los costos argentinos pero los volúmenes de venta tan altos logran hacer competitivo cualquier producto en el corto plazo
¿Qué diferencia de costos notas en la electrónica de consumo en tu país?
Link: Por qué la electrónica es más cara en el país que en Estados Unidos (lanacion.com)