En total, 61 países están en “severo riesgo” de que les corten Internet, si es que llega al gobierno un déspota loco con esa idea o si se intenta atacar la conectividad de la nación. La cifra la calculó la empresa de monitoreo de redes Renesys, después de lo que ocurrió con Siria, considerando a los países que tienen sólo 1 o 2 empresas proveedoras de conexión internacional.
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En este rango caen países como Siria, Túnez, Algeria, Libia, Etiopía, Yemen, Guyana, Uzbekistán, Cuba y otros, marcados en verde bien oscuro. Luego le siguen los que están en un “riesgo significativo”, con menos de 10 proveedores de servicio internacionales, donde en Latinoamérica encontramos a Bolivia, Paraguay y Uruguay.
Los que tienen más de 10 proveedores internacionales, pero menos de 40, tienen un riesgo considerado “bajo”. Aquí aparecen Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, toda Centroamérica y México; mientras que los que tienen más de 40 proveedores, y que son considerados “resistentes” cuentan en sus filas a Brasil y Argentina, además de Estados Unidos, Canadá, Europa, Rusia y Australia.
“La clave a la supervivencia de Internet es la descentralización – y no es uniforme en el mundo. En algunos países, el aceso internacional a los datos y servicios de telecomunicaciones está fuertemente regulado. Puede haber sólo una o dos compañías que tengan licencias para transportar voz y tráfico de internet al mundo exterior, y se les requiere por ley mediar el acceso a todos los demás. Bajo esas circunstancias, es casi trivial para un gobierno emitir una orden que pueda derribar a Internet”, explica Renesys.
Tal centralización, por otro lado, complica la tarea de defender la infraestructura de Internet en caso de un ataque, por ejemplo. La mayoría de los países avanza para diversificar lo más posible su infraestructura, lo que se ve impulsado también por la competencia entre diferentes empresas para ofrecer mejores servicios y precios más baratos.
El análisis de Renesys se centra en la cantidad de empresas que compiten en cada mercado, que no cubre todos los riesgos que existen. Tal vez habría que hacer otro análisis considerando la cantidad de cables de fibra que hay instalados para los diferentes países, y que en Latinoamérica son bastante pocos.
Link: Could it happen in your Country? (Renesys)