Sin duda es una persona polémica. Nació en Alemania bajo el nombre de Kim Schmitz, es conocido en todo el mundo como Kim Dotcom y el fundador de Megaupload, uno de los sitios para compartir archivos más usados del mundo y que el FBI cerró el 19 de febrero por incentivar a la piratería, lo que fue el puntapié inicial para la caída en desgracia de páginas de películas gratis online como Cuevana.
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Ahora sólo queda esperar que su próximo proyecto y sucesor de Megaupload, mega.co.nz, esté a las alturas de las expectativas que ha sembrado el millonario alemán. Al fin y al cabo, el banner central de la página de Mega afirma “el 19 de enero este botón cambiará el mundo“.
Pese a ser acusado de megalomaníaco y excéntrico, Kim Dotcom tiene un especial sentido del humor, pues cuando compró la mansión de US$ 18 millones en Nueva Zelanda (cuya polémica redada con un helicóptero y un equipo de fuerzas especiales antiterroristas fue justificado por la policía neozelandesa porque Dotcom atacaba a barrigazos), le envió un correo electrónico a sus nuevos vecinos advirtiéndoles que tenía antecedentes criminales:
“Nuestro nuevo local de lavado de dinero les puede ayudar a optimizar sus fraudes fiscales. Nuestra red mundial de infiltrados puede darles valiosos consejos para invertir en la bolsa de valores“, y añadió, “ahora ya con seriedad“, que venía “en son de paz” y que invitaba a los vecinos a tomar café, añadiendo, “no olviden de traer la cocaína (es broma)“.