Tras un exitoso salto desde más de 38.900 metros de altura, y después de haber ascendido durante más de dos horas y media, Felix Baumgartner se lanzó al vacío convirtiéndose en la primera persona en romper la barrera del sonido con su cuerpo alcanzando una velocidad Mach 1,24, unos 373 metros por segundo o 1342,8 kilómetros por hora.
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La misión buscaba obtener cuatro récords: Ser la primera persona en alcanzar una velocidad supersónica en caída libre (la que sería Mach 1, o sea, 340,29 metros por segundo); lanzarse desde la mayor altura posible (36.576 metros); estar durante más tiempo en caída libre (5 minutos y 35 segundos); y ser el globo que alcance la mayor altura siendo manejado por un piloto. Baumgartner logró tres de los cuatro récords, faltándole sólo la mayor cantidad de tiempo en caída libre.
Cuando Baumgartner superó los 19 kilómetros de altura, también superó el llamado ‘límite de Armstrong‘, el lugar donde la presión desciende a las 0,0618 atmósferas, lo que significa que el agua ebulliciona a la temperatura del cuerpo humano (37 °C) y por lo tanto, sin tener un traje espacial, la sangre de una persona comenzaría a hervir.
Tras sobrepasar los 36.576 metros, Baumgartner continuó subiendo mientras decidían si se lanzaba o no debido a un problema con la temperatura de la cabina. A los 38.925 metros, Baumgartner estabilizó la velocidad de ascenso a unos 0,3 metros por segundo mientras la cápsula se dirigía con dirección este a 22 km/h, a unos 75 kilómetros al poniente de Roswell, Nuevo México.
La presión atmosférica al interior de la cápsula comenzó a igualarse lentamente con las 0,0027 atmósferas de presión que existía en el exterior, pues si hubiera abierto muy rápido la puerta a esa presión, la cabina habría explotado.
Finalmente, se abrió la puerta de la cabina tras ascender durante 2:33:40 y a los 38.875 metros de altura. Tras estar unos minutos verificando todo, se lanzó desde exactamente 39.044 metros de altura, y finalmente, tras caer por unos minutos y superar los 1.100 kilómetros por hora, tocó tierra.
Cabe recordar que el gigantesco globo que elevó a Baumgartner está hecho de polietileno y tiene un grosor de 20 micrómetros (unos 0,002 cm, el equivalente a una bolsa de basura de mala calidad). Si el globo se estirara cubriría 162 metros cuadrados, y tiene un peso de 1.360 kilos.
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Links:
–Las tecnologías que permitirán el salto supersónico de Felix Baumgartner (FayerWayer)
–Red Bull Stratos (Red Bull)