Según una investigación realizada en el Baylor College of Medicine de Houston, Texas, el cerebro de las palomas tiene ciertas características neuronales que les permiten interpretar el campo magnético de la tierra y tener algo así como un GPS interno.
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Los investigadores a cargo del estudio -Le-Qing Wu y J. David Dickman- se basaron en otros estudios anteriores que indicaban que los picos de las aves tendrían sensores o receptores magnéticos; sin embargo, alguna parte del cerebro tiene que “decodificar” y procesar las señales recibidas. Para tal efecto, encerraron a siete palomas en una habitación completamente oscura, y con una bobina de Tesla cancelaron el campo magnético de la tierra e introdujeron uno nuevo.
Luego, se dedicaron a observar el comportamiento de los pajaritos, y lograron identificar 53 neuronas que tuvieron bastante actividad durante la prueba. Estas neuronas, además, se mostraron especialmente sensibles a los rangos magnéticos similares a los de la tierra en el ecuador y en los polos, y en algo más interesante aún, las mismas se fueron adaptando notablemente a los cambios magnéticos introducidos por los científicos.
Ambos investigadores creen que las señales se transmiten al cerebro por varias vías, ya sea el oído interno de las aves, sus picos, o sus propias retinas. Y la conclusión es que el sistema neuronal de las palomas, tal como lo hace un GPS común y corriente, “codifica las señales geomagnéticas recibidas y en base a esto calcula la posición del ave y su dirección”.
Una razón más para mirar a esa clase de aves con respeto, más todavía cuando pasar por debajo de ellas en una plaza es peligroso.
Link: Neurons in Bird Brains Encode Earth’s Magnetic Field, Giving Pigeons Reliable Internal GPS (Popular Science)