Considerado en vida como uno de los tres escritores de ciencia ficción más importantes del mundo junto a Arthur Clark y Robert Heinlein, Isaac Asimov logró escribir la historia del futuro en sus más de 500 volúmenes publicados de sus cientos de historias, mundos y máquinas.
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Hoy 2 de enero de 2012 cumpliría 92 años. Asimov falleció el 6 de abril de 1992 a la edad de 72 años y luego de haber dejado uno de los legados más ricos de la historia de la literatura universal. Tan vasto e importante ha sido su pluma que sus libros se encuentran incluídos en nueve de las diez categorías del sistema Dewey de clasificación bibliográfica, quedando sólo fuera de la categoría “Filosofía y Psicología”.
Nacido un día como hoy pero de 1920 en la ciudad de Petróvichi, actual Óblast de Smolensk, de la Federación Rusa, sus padres decidieron emigrar de esa provincia rusa limítrofe con la actual Bielorrusia hacia Brooklyn, Nueva York, con un pequeño Isaac de 3 años. En apenas dos años ya había aprendido a leer. Los escaparates de las tiendas de golosinas y revistas que su padre rentaba en la ciudad fueron su primer acercamiento a la ciencia ficción.
Sus múltiples títulos y doctorados académicos (Bioquímico en 1939 y Posgrado en Química en 1941 de la Universidad de Columbia, Doctorado en Química en 1948 de la Universidad de Boston) le permitieron mostrar una amplitud de criterios y bases científicas en sus relatos que han conseguido de cierta forma enunciar los progresos de la humanidad de una manera precisa y analítica.
Considerado con una tendencia ideológica enfocada en el humanismo y el racionalismo, su obra se puede dividir en varios períodos. En 1939 inició su carrera formal desde la ciencia ficción, etapa que concluyó en 1948 con la publicación de El Sol Desnudo, considerada como la segunda novela de su serie de robots. Entre 1958 y 1982 se dedicó a escribir ensayos científicos, estudios y algunas obras de suspenso.
Para principios de 1982 regresaba a su obra de ciencia ficción dejando joyas de la literatura como Los Límites de la Fundación, Fundación y Tierra y Némesis.
A pesar de pasar gran parte de su vida inmerso en mundos fantásticos, galaxias remotamente lejanas y civilizaciones tecnológicas de avanzada, Asimov obtenía gran parte de su inspiración en el mundo real, en sus estudios y ensayos científicos y en su interpretación del ser humano. Así es como en su etapa final como escritor se dedicó a condenar el deterioro de la calidad de vida de algunos suburbios a causa del crecimiento de otros segmentos de la sociedad neoyorkina de los ’80, así como también hablar del calentamiento global y la capa de ozono.
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Durante su intensa etapa de creación de contenidos de divulgación científica llamó la atención del escritor y futuro heredero de su estilo, Kurt Vonnegut, de quien se recuerda una de las preguntas más famosas que le realizaron a Asimov. Al preguntarle Vonnegut “¿Cómo se siente sabiéndolo todo?”, Asimov contestó: “inquieto”.
Esa inquietud se refleja en cada una de las páginas de su inmensa obra, la cual ha inspirado a muchas generaciones y a la curiosidad por avanzar, crear nuevas tecnologías y soñar por qué no, en el día del primer encuentro con alguna remota civilización para dar el gran paso en una de los más grandes interrogantes de la humanidad: Estamos sólos o alguien nos escucha.
¿Que obra de Asimov influyó en tu vida como para dedicarte a algún trabajo o estudio relacionado con la ciencia? ¿Que libro te gustó más de toda su obra?
