Amelia Andersdotter tiene sólo 24 años y en las próximas semanas ocupará un escaño en el Parlamento Europeo, como la segunda representante del Partido Pirata sueco en Bruselas, y la más joven de todos los parlamentarios. Aunque fue electa hace dos años, una situación particular hizo que su llegada se demorara más de la cuenta.
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El Partido Pirata sueco obtuvo un 7% de la votación en las elecciones de 2009, lo que le daba derecho a un asiento en el Parlamento Europeo, y opción para un segundo escaño – el de Amelia – si es que se ponía en marcha el Tratado de Lisboa. Ese tratado se aprobó poco después de las elecciones, pero la burocracia hasta que comenzara a funcionar hizo que sea este diciembre cuando 17 nuevos parlamentarios lleguen a ocupar sus puestos.
A pocos días de iniciar su nuevo trabajo, conversamos con ella sobre el partido pirata y sus preocupaciones en Europa.
– ¿Cómo te sientes respecto a ser la persona más joven en el Parlamento Europeo?
Estoy muy feliz de haber llegado al Parlamento Europeo, sin importar la edad. Ha sido un camino largo y muy educativo respecto a la democracia europea para terminar aquí.
– ¿No tienes miedo de que no se te vaya a tomar en serio?
Para algunas cosas, quizás. Te toman en serio en el Parlamento como tus electores te toman en serio afuera. Bueno, más o menos. Un político no tiene más poder que su escaño, y su escaño sólo es poderoso por sus votantes. Para un partido pequeño como el Partido Pirata, es especialmente así.
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– ¿Crees que estas instituciones necesitan a más gente joven?
Cuando veo las instituciones europeas, veo muchos grandes problemas, pero ninguno de ellos tiene mucho que ver con la edad de la gente que realiza los documentos preparatorios o toma las decisiones. Lo que veo más, es que hay dos grupos que salen victoriosos en la mayoría de los procesos legales europeos: las grandes empresas y los estados miembros que son fuertes. Los primeros, porque las leyes están hechas para que las grandes empresas sean fuertes, y los segundos porque hacen que las leyes europeas sean modeladas para ellos, o tienen un gran número de grandes empresas basadas en su territorio.
Respecto a si la gente no se siente representada por las personas que están ahora, yo apostaría a que tiene más que ver con cómo los parlamentarios representan esos dos intereses en lugar de a los ciudadanos, y no a si pertenecen a un grupo etáreo en particular.
– ¿Qué temas quieres impulsar mientras estés en el Parlamento?
Las leyes europeas referentes a la competencia necesitan cambiar, al menos un poco. La falta de control sobre integraciones verticales crea una situación donde las empresas de telecomunicaciones (o de medios) son dueñas de todo, desde los cables hasta los servicios de streaming de música. Eso no es bueno. Uno esperaría al menos alguna obligación de mantener a las diferentes categorías aparte.
En este momento este tipo de empaquetaciones es – preocupantemente – fomentada en lugar de regulada, y eso crea un equilibrio muy injusto entre los dueños de la infraestructura (en este caso) y los usuarios. Las leyes de competencia recién ahora están lidiando con la integración horizontal, lo que sería por ejemplo si una empresa fuera dueña de todos los cables del norte de Bélgica. El sector de telecomunicaciones tiene un buen grupo de leyes específicas ya (la neutralidad en la red en Holanda es un buen ejemplo), pero necesitan expandirse al resto de Europa.
Quizás el Parlamento Europeo y las instituciones europeas necesitan mejores herramientas para asegurarse que sus estados miembros cumplen sus obligaciones comunitarias. No importa cuántas páginas de texto legal escribamos en Bruselas si los estados miembros no lo ponen en práctica.
(cc) eCommons2
– ¿Cuáles crees que son los mayores problemas en cuanto a internet y telecomunicaciones en Europa?
La inaccesibilidad de las telecomunicaciones. La manera en que lo veo, es que ahora no todo el mundo en la Unión Europea, especialmente en áreas rurales, tiene acceso a la infraestructura de telecomunicaciones. Muchas veces, incluso si se les entrega acceso, su ADSL o módem usa líneas de cobre. Esto no es una comunicación moderna y hay que arreglarlo.
La Unión Europea ha optado por algo que la OCDE llama “competencia basada en infraestructura”, lo que significa que estamos esperando que “el mercado” construya la infraestructura para nosotros. Bueno, la Comisión Europea y los Fondos de Desarrollo Regional y Estructural también están siendo usados mucho para desarrollo de infraestructura, así 1.200 millones de euros se invertirán en infraestructura en los próximos años. Pero eso no es suficiente.
Mientras hay poco interés del lado público (de los gobiernos) en invertir en infraestructura (y podría ser de mal gusto quejarse para hacer esto en tiempos de crisis) no hay incentivos reales para que las empresas privadas inviertan en algo costoso como esto.
El problema con la infraestructura es que una vez que está allí, sólo necesita mantenimiento, lo que significa un costo fijo para el dueño y no es algo que vaya creciendo económicamente. No hay mucha discusión sobre esto. ¿Qué significa que un proveedor de infraestructura (como un proveedor de internet) no tenga otra manera de usar su infraestructura más que para intentar diversificar o hacer más abundante la cantidad de servicios que pueden ofrecer en ella? Probablemente tengan que empezar haciendo varios productos, donde antes había uno solo. Esto significa rangos de precios, contenidos diferenciados, etc. A la Unión Europea le faltan ahora leyes de competencia, o regulaciones de mercado para lidiar con esas situaciones que podrían convertirse fácilmente en un gran problema.
– ¿Por qué crees que el Partido Pirata se ha vuelto más popular?
Quizás sea porque no está muy definido todavía. Es un lugar donde la gente siente que puede ir y moldear el movimiento un poco, para hacerlo como los políticos deberían ser – con participación pública activa.