En España, una democracia sólida y estable, ejemplo para el mundo, especialmente para nuestros hermanos de raza allende el oceáno (modo irónico on) los votos son libres y no se compran. Otra cosa son los mensajes en las redes sociales, que sí.
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Primero fue el Partido Popular el que tuvo el descaro de solicitar nuestros perfiles en las redes para publicar mensajes de apoyo a su candidatura para las elecciones del 20-N en nuestro nombre.
Algo “indignante” para sus rivales del PSOE, que tienen algo mejor que ofrecernos: Un programa puntos que podremos intercambiar por diferentes regalos a cambio de compartir en Facebook y Twitter contenido de la web de la campaña del candidato socialista.
Vamos, cómo si fuera una tarjeta de fidelización comercial cualquiera (de esas en las que acumulas puntos esforzadamente durante años para después obtener un mísero cepillo de dientes eléctrico). Por si hay dudas, he aquí el breve mensaje explicativo de la campaña promocional:
“Cuanto más compartas en Facebook y en Twitter más puntos obtendrás y podrás canjearlos por regalos promocionales de Rubalcaba”.
Mi indignación personal no viene por este uso que convierte los mensajes políticos en vulgar mercancía, sino por lo costosos en puntos que son los regalos: ¿compartir un mínimo de 62 “vídeos del día” o 120 fotos o vídeos para llevarte un mísero protector labial?
La medida no ha sido muy bien acogida por los internautas, y los hashtags #puntosRubalcaba y #ProstiTuit proliferan con el rechazo y la chanza a la medida. El candidato socialista, Javier Pérez Rubalcaba y su equipo lo valoran de otra manera:
“Estar en Twitter significa también eso, recibir las opiniones de los tuiteros, y estamos abiertos a los buenos y malos comentario. No fagocitamos a los tuiteros y al presionar el botón de compartir, el participante puede añadir comentarios, que pueden ser positivos o negativos. Esto son estrategias de marketing de comunicación viral bastante habituales. No la usan solo los partidos políticos, también las empresas privadas”.
Ésto último no hace falta que lo digan, pero es que precisamente ese es el problema. ¿Para eso fichan al equipo de Obama? Ahora que lo pienso, esa taza irrompible no me vendría mal…
Link: Rubalcaba intercambia ‘merchandising’ por menciones en las redes sociales (El País)