No soy para nada fan de las impresoras 3D, principalmente porque en líneas generales no les hallo mayor utilidad a sus creaciones o la aplicación de ellas. Pero en este caso es distinto. Como juguete para los niños, donde son capaces de convertir un dibujo del menor en una figura tangible para que se entretenga, me parece genial.
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Primero porque los incentiva a diseñar y crear, luego porque luego podrán jugar con la figurita que les dé la gana en ese preciso instante y, finalmente, porque cada antojo del niño puede ser satisfecho por él mismo, sin la necesidad de que sus padres deban gastar más y más dinero en un capricho que quizás dure un par de días para luego pasar al olvido. En este caso, si ocurre eso, basta con simplemente reciclar el material para usarlo en una nueva creación.
Esta pequeña impresora se llama Origo 3D y por ahora sólo es un concepto creado por los diseñadores Artur Tchoukanov y Joris Peels. Dedos hacia arriba para ellos por la idea, que ojalá algún día se vuelva realidad.
Tras el salto, un video con la iniciativa:
[vimeo]http://vimeo.com/24309743[/vimeo]
Link: Origo 3D printer turns kids’ drawings into toys (Dvice)