Los científicos están inventando nuevas maneras de desplegar las antenas, que ahora podrían venir incorporadas en la ropa. El invento, desarrollado por la Universidad de Ohio, podía ser especialmente útil para los soldados, que se ahorrarían andar llevando una antena en el equipaje. También sería útil para policías, bomberos, astronautas, o cualquiera que necesite tener las manos libres para trabajar y comunicarse al mismo tiempo.
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Por el momento ya existe un prototipo, hecho de delgadas capas de lata incrustadas en una película plástica, que luego es cosida en la tela común. Cuatro parches de este plástico fueron unidos al pecho, la espalda y los hombros de una camiseta. Los parches estaban unidos por un cable a un controlador, una caja del tamaño de una tarjeta de crédito, instalada en el cinturón.
Como la posición del cuerpo puede causar que se bloquee la antena por algún obstáculo, o que haya algún cortocircuito al contacto con la piel, el control del cinturón permite cambiar de una antena a la otra (entre el pecho, la espalda o los hombros) para encontrar la mejor señal para recibir y transmitir. En las pruebas de laboratorio, la antena funcionó en todas las direcciones, ofreciendo cuatro veces más rango que una antena estándar usada por los militares.
Los investigadores ahora quieren insertar las antenas directamente en la ropa – no como parches, sino que tejidas con la tela usando hilos metálicos. Ya están pensando comercializar el sistema, que en un principio podría costar US$200 por pieza, pero los precios irían bajando si aumenta la producción.
Link: Experimental antenna-clothing outperforms regular antennas (Gizmag)