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Un hombre austriaco se propuso una meta. Una meta que seguramente no significará nada, pero que seguramente causará muchas risas.
Su nombre es Niko Alm y hace unos tres años solicitó que le fuera permitido el tomarse la foto para su licencia de conducir usando un sombrero de su religión. Cuando declaró que su fe le exigía usar un colador de pasta, seguramente recibió un par de carcajadas. Pero Alm insistió, pues aseguró que pertenecía a la fe pastafari.
Para quien no lo sepa, los pastafaris son aquellos que adoran al Monstruo de Espagueti Volador, una creación nacida en Estados Unidos para burlarse de la decisión de enseñar creacionismo en las escuelas. Como saben, el creacionismo no es sino otra manera de meter temas religiosos en los colegios. Dicho monstruo, sería el Creador, en un claro momento de sarcasmo, no hacia la religión, pero sí a enmascararla bajo otro nombre para ser impartida.
Alm se propuso el que su foto apareciera con el colador por una razón en particular: en Austria se había aceptado el que en los permisos de conducir, las personas aparecieran con sombreros si su religión así lo solicitaba. Entonces, recurrió al pastafarianismo y de ahí su solicitud, que fue recibida y contestada con una petición para presentar un documento que certificara que el hombre era psicológicamente apto para manejar un auto.
La licencia tardó tres años en llegar a su solicitante. Manfred Reinthaler, un vocero de la policía, declaró que el permiso estuvo listo desde octubre de 2009 y que Alm no se había molestado en recogerlo en todo ese tiempo. Además, agregó que se aceptó otorgárselo ya que la norma indica que debe apreciarse completamente el rostro y que la cumplía al pie y que no tenía nada que ver con motivos religiosos.
¿El siguiente paso de Alm? Hacer que se reconozca al pastafarianismo como una fe en Austria.
Link Austrian driver’s religious headgear strains credulity (BBC)