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Nunca le encontré mucha gracia a esas pistas de autitos que consistían en sólo un tobogán donde dejabas caer el autito y al final había un salto donde debía sortear algún monstruo o girar en un loop. Pero llevar esos entretenimientos a escala real para lograr el récord mundial de salto en vehículos motorizados de cuatro ruedas, es sencillamente genial.
Y si esperaban que la cosa terminara en un accidente, se tendrán que quedar con las ganas, porque el experimentado piloto de acrobacias Tanner Foust controló con maestría su camioneta Hot Wheels tanto en la pendiente de 27 metros (equivalentes a un edificio de diez pisos), como al tocar piso luego de su vuelo de 101,2 metros. Pareciera que estuvo cerca de volcarse, pero los meses de práctica permitieron que los miles de espectadores recuperaran la respiración luego de los 15 segundos de locura.
La acrobacia realizada el domingo en la previa a las 500 millas de Indianápolis pulverizó la marca anterior de Johnny Greaves, que el año pasado alcanzó un salto de 91,7 metros.
Ahora, pensándolo bien, no estaría nada de malo que para la próxima hubiera dragones o loops…