(cc) Great Beyond
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Un fin de semana estaba tomando desayuno con mis hermanos y llegó mi papá con un artefacto que puso sobre la mesa. Parecía un pájaro, y delante le puso un vaso con agua. Luego hizo que el pájaro “bebiera” agua, mientras nosotros observábamos cómo comenzó a balancearse y balancearse… permanentemente. “¿Por qué no se detiene?”, preguntó mi papá.
Estuvimos devanándonos los sesos mientras masticábamos pan con mantequilla, tratando de adivinar cómo funcionaba.
La verdad es que este pájaro nació en 1945 de la mente de Miles V. Sullivan, quien originalmente no estaba pensando en un juguete. Sullivan era un inventor y químico que trabajaba para Bell Labs, pero que en sus años mozos también disfrutaba salir a distraerse. En una de esas noches, se quedó mirando un Wurlitzer que tenía una serie de tubos con burbujas que se movían alrededor del aparato. Ahí se puso a pensar en cómo se movían esas burbujas, y cómo la energía no se estaba usando en nada. Entonces pensó que algo se podía hacer con ella.
Lo que quería lograr Sullivan era capturar el movimiento, por lo que empezó a jugar con tubos, gas y líquido. La investigación se convirtió en algo serio, que involucró a su compañero de doctorado George Shackley.
El nombre oficial del invento fue “motor de calor”, y se patentó el 18 de junio de 1946, bajo el número 2.402.463 en Estados Unidos. Básicamente eran burbujas de vidrio unidas por un tubo que, en apariencia, podrían moverse infinitamente. La idea de disfrazar los tubos como un pájaro vino después, y fue lo que terminó por convertir al invento en un popular (aunque muy complejo) juguete.
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Lo que hace el pájaro es capitalizar diferencias de temperatura para crear energía cinética. El dispositivo consiste en dos burbujas de vidrio unidas por un tubo. El tubo se extiende casi por completo en la burbuja de abajo, pero no penetra la burbuja de arriba. Abajo se concentra un líquido coloreado (cloruro de metileno).
Para iniciar el proceso hay que sumergir la cabeza del pájaro – envuelta en esponja – en el agua. Cuando el agua se evapora a temperatura ambiente, la cabeza del pájaro se enfría. Como la parte de abajo del pájaro está tibia (a temperatura normal) y la de arriba está fría, la presión de vapor del líquido en la burbuja inferior aumenta, lo que hace que el cloruro de metileno suba por el tubo hasta la burbuja de arriba. Con el líquido en la parte de arriba, la “cabeza” del pájaro se pone pesada, y el pájaro entonces se inclina y vuelve a beber agua.
La cabeza se moja, y como se vuelve a enfriar con la evaporación, el vapor se condensa y el líquido cae una vez más a la burbuja de abajo. Con eso, el pájaro se endereza, y se inicia el proceso otra vez.
Mientras haya agua donde mojar la cabeza (o alguna manera de mantener la diferencia de temperatura entre las dos burbujas), el movimiento del pájaro puede continuar de forma indefinida. Si la cabeza y la cola están a la misma temperatura, el pájaro se quedará quieto.
El pájaro bebedor se convirtió en un enigma para los estudiantes en temas como la termodinámica, química y física. Se dice que dejó perplejo a Albert Einstein, quien llegó a creer que ésta era la solución para el movimiento perpetuo. Einstein se dio cuenta a tiempo de que eso no era posible, aunque rechazó desarmar el aparato para averiguar cómo funcionaba exactamente.
Links:
– The drinking bird – scientific toy for the ages (Kuriositas)
– Drinking bird (Wikipedia)