La ciudad de Holtún, perteneciente al Imperio Maya, existió aproximadamente entre los años 600 AC y 900 DC, para luego desaparecer sepultada por siglos de crecimiento selvático en Guatemala. A mediados de la década del ’90 fue redescubierta por arqueólogos, pero no fue hasta ahora que se logró diagramar cómo habría sido, gracias a un mapeo tridimensional logrado a través de GPS y tecnología electrónica de medición de distancias que “borraron” la cubierta selvática.
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La imagen topográfica reveló las formas de unas 100 edificaciones, que incluyen una pirámide, un observatorio astronómico, un recinto de rituales, casas de piedra y otras estructuras que conforman una localidad de importante tamaño. Holtún, cuya zona nunca ha sido excavada, “no era una Nueva York o Los Angeles, pero definitivamente fue un Denver o Atlanta”, dimensionó Kathryn Reese-Taylor, especialista de la cultura maya de la Universidad de Calgary, Canadá.
El hallazgo inicial sólo se produjo gracias a las enormes máscaras rocosas (de unos tres metros) que le otorgó a la ciudad el apodo de “Cabeza de Piedra”. La policía detuvo ladrones con ejemplares robados en la zona y no fue hasta entonces que se supo de la existencia de dicha localidad.
Este avance incluso permitirá determinar cómo vivían, trabajaban y comercializaban los mayas en este tipo de ciudades secundarias de su imperio.
Link: Lost City Revealed Under Centuries of Jungle Growth (National Geographic)