(cc) clarita
PUBLICIDAD
Que nos hagamos amigos, o establezcamos una relación de pareja con personas con las que compartimos afinidades y gustos, no es nada nuevo. Pero que en esa elección existan aspectos genéticos vinculados, sí que es novedad.
Resulta que un estudio realizado por científicos de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos), ha demostrado que no sólo tenemos similitudes genéticas con nuestros familiares, sino que también elegimos a nuestras amistades en función de las características contenidas en su ADN.
Para llegar a esta conclusión, los científicos encargados del estudio analizaron las semejanzas genéticas y la interconexión de las relaciones humanas, utilizando dos estudios independientes de salud estadounidenses. Estas bases de datos contenían información detallada de varias secuencias del genoma de los individuos y también de sus redes sociales.
Así, escogieron marcadores genéticos específicos dentro de la relaciones sociales de un individuo y descubrieron que los seres humanos tienden a forjar amistades con personas con las que comparten dos de los seis marcadores evaluados.
Buscamos complementarnos
Este aspecto sí que explica porqué muchas veces escogemos de parejas a alguien que es nuestro “polo opuesto”… Te ha pasado, ¿no?
Pues resulta que según este estudio, si bien es cierto que seleccionamos a nuestros amigos (y pareja) por similitudes en el código genético, también nos sentimos atraídos por gente que posee genes (que marcan características) de los que carecemos completamente.
PUBLICIDAD
Así, las personas que portaban un gen que se ha asociado con una personalidad abierta tendían a hacer amigos entre otros que carecían del mismo, lo que parece indicar que buscamos complementarnos.
Pero, por otro lado, los investigadores descubrieron que los individuos que portaban el marcador DRD2, que ha sido asociado con el alcoholismo y otros rasgos, tendían a ser amigos de otros positivos en DRD2… ¿Será por eso que sentimos que la cerveza nos une?
Esta investigación también podría ayudarnos a entender aquello que llaman “primera impresión” o “amor a primera vista”… Nada de almas gemelas, como siempre hemos sospechado: ¡Pura química!
Link: La clave secreta de cómo elegimos a nuestros amigos (ABC)