Y aunque les cueste entenderlo, tal como nos costaba a nosotros cuando éramos ese niño del párrafo anterior (sí, no se hagan los que nunca pasaron por eso), la medida de mandarles algunas PlayStation Portables (PSP) fue anulada por expresa orden del jefe del equipo de psicólogos que trata a los trabajadores, ya que tal como ha ido sucediendo con los niños de hoy, con el uso de videojuegos personales o reproductores de música con audífonos, tienden a aislarse del resto del entorno.
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“Con audífonos, si están escuchando música y alguien les llama pidiendo ayuda o para advertiles de algo, no están disponibles. Lo que necesitamos es que estén juntos”, explicó el experto Alberto Iturra en una publicación del periódico The Washington Post.
Pero no todo es tan terrible después de eso. A cambio de no poder tener sus PSP, pueden ver películas mamonas o noticias censuradas filtradas por hasta durante 13 horas diarias, para que no les llegue a afectar en su delicado estado psicológico. Bueno, sí podía ser peor. Entonces esperamos que no tengan que esperar mucho más para salir de la mina.
Al final lo lamentable es que inicialmente alguien haya determinado que era una buena idea y la haya alcanzado a llevar a cabo.
Link: Chile’s trapped miners get Brad Pitt, not Nintendo (The Washington Post)