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(cc) ToastyKen – Flickr
La tecnología cubre todas las áreas recreando sustitutos sintéticos para los regalos de la naturaleza. Tenemos perros electrónicos, voces digitales, modelos photoshopeadas y ahora, por si todo eso fuera poco, alcohol sintético.
En el Imperial College London, el profesor David Nutt lidera un equipo que trabaja en crear un sustituto para el alcohol etílico: se basa en benzodiazepinas (emparentadas con el Valium) para dar al compuesto un efecto relajante. A cambio, dice él, sería menos adictivo, no provocaría el daño orgánico que provoca el alcohol, ni tendría efectos secundarios como la deshidratación, los cambios de personalidad o la resaca del día después. Adicionalmente, se podría anular su efecto con una simple pastilla antídoto, cosa que al final de la noche te tomes el “des-emborrachador” y te vayas conduciendo a tu casa.
La verdad, creo que cambiar alcohol por benzodiazepinas dista mucho de ser una solución, máxime si no sabemos qué daño provoque a la larga su ingesta ni cuan confiable sea la promesa de que es menos adictivo.
Además -esto es exclusivamente mi opinión- no me van a comparar una verdadera copa de vino con un brebaje hecho a base de valium y jugo en polvo. Hurra por la ciencia, en todo caso.
Link: Alcohol substitute that avoids drunkenness and hangovers in development (Telegraph)