Continuamos con la serie de columnas del subsecretario de Telecomunicaciones de Chile, Pablo Bello, que en esta oportunidad comenta la adopción de la norma japonesa de TV Digital en Chile.
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(c) gothopotam
Con la decisión adoptada por el Gobierno sobre la norma de TV digital, se ha dado el primer paso para implementar transmisiones televisivas digitales de libre recepción en el país, con todas las ventajas que implica este cambio desde el punto de vista tecnológico.
En lo que se refiere al trabajo técnico, hemos cerrado un ciclo con la definición de la norma. Un ciclo que iniciamos el 2006 estableciendo un principio de trabajo que hemos mantenido hasta el día de hoy. Desarrollar un estudio serio, transparente, muy riguroso en lo técnico, pero también con gran responsabilidad social, sabiendo que nuestra decisión impactaría en el 65% de hogares que solo accede a TV abierta, en su mayoría de ingresos medios y bajos.
Por ello, nuestra vocación fue siempre abrir espacio a la opinión y participación de terceros, para tomar una decisión informada. Realizamos múltiples estudios, seminarios, audiencias públicas, consultas a los consorcios representantes de los estándares, a facultades de ingeniería nacionales, a fabricantes de equipamiento, visitas técnicas internacionales y pruebas de campo que llegaron incluso hasta el interior de hogares reales. Todas estas actividades las detallaré más adelante, dejando a su disposición los documentos respectivos.
En fin, no nos reservamos ninguna línea de acción porque Chile merecía que tuviéramos certeza técnica y económica para garantizar una decisión adecuada, la mejor para el país.
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¿Que nos tomó más tiempo del que presupuestamos? Que duda cabe. Haber anunciado fechas y luego postergaciones para el anuncio, no le gustó a nadie, sobre todo a nosotros, pero fue en esas coyunturas donde tuvimos la serenidad para asumir el costo político y la crítica ciudadana, sabiendo que no podíamos sacrificar un centímetro de nuestro principio original. Fuimos responsables socialmente y responsables en lo técnico y económico.
Lo digo enfáticamente, hasta mediados de este año no estaban dadas las condiciones para tomar una decisión, porque no coincidía la evaluación técnica con las variables económicas relevantes. Todos los estudios teóricos y empíricos coincidían en la fortaleza del estándar japonés, pero hasta hace poco, sus costos estaban fuera del alcance de las familias de ingresos medios y bajos. Por eso era responsable esperar el momento adecuado para tomar una decisión.
Hoy tenemos la confirmación y la seguridad que los precios de los equipos son y serán los mismos para todos los estándares, que podemos acceder a televisores y decodificadores a precios competitivos, con la diversidad de marcas y modelos que tenemos actualmente.
La variable económica desde el punto de vista del acceso a equipos fue la última duda despejada, pero nuestros estudios ya habían confirmado a la norma ISDBT como la mejor opción para Chile. Les recuerdo los criterios de selección que establecimos el 2006:
- Calidad técnica de los estándares
- Flexibilidad de operación de cada uno para posibilitar una variada gama de modelos de negocio
- Costo y disponibilidad de equipos para el contexto nacional.
En todos ellos, la norma ISDBT mostró, en la evolución del tiempo, un mejor rendimiento. ¿Cómo llegamos a esa convicción? Siguiendo múltiples actividades:
El 2006 encargamos un estudio técnico detallado a la Facultad de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile (DICTUC) para que analizara los antecedentes técnicos disponibles a esa fecha y realizara una recomendación.
El mismo año, se realizaron presentaciones y foros ante la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados y en el Colegio de Ingenieros, entre otros.
Realizamos un seminario técnico, con el objetivo de dar a conocer las características generales de los estándares. Contó con la participación de los representantes oficiales de los estándares ATSC, DVB-T e ISDB-T y actores nacionales del sector de las telecomunicaciones (25 de Octubre de 2006).
Desarrollamos un programa de cuatro sesiones de audiencias públicas sobre la introducción de la televisión digital Terrestre en Chile. El objetivo de las Audiencias fue crear una instancia en la que todos los interesados en el proceso tuvieran un espacio donde presentar su visión respecto de la televisión digital. Participaron expositores de diversas entidades, entre otras, del Consejo Nacional de Televisión, los canales de televisión, empresas de telecomunicaciones, fabricantes de equipos, etc. (Noviembre – Diciembre de 2006).
Encargamos un segundo estudio técnico a la Facultad de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile (DICTUC) para aclarar aspectos técnicos adicionales al estudio original (Junio 2007).
Realizamos pruebas de campo formales para comparar el desempeño de los distintos estándares en recepción de señales de alta definición, con especial énfasis en revisar lo que un usuario promedio de televisión digital terrestre percibiría (Junio – Noviembre 2007). La pruebas fueron realizadas en presencia de veedores independientes, quienes expresaron su plena conformidad con el procedimiento seguido.
Fueron recibidos y estudiados centenares de documentos proporcionados por gobiernos, organizaciones y empresas en forma de presentaciones, correspondencia, reportes técnicos, etc.
Consultamos la opinión técnica de académicos de las universidades nacionales con carreras de ingeniería eléctrica o electrónica acreditadas ante el Consejo Nacional de Acreditación, sobre una serie de interrogantes (concluido en Abril de 2008). El cuestionario también fue respondido por los consorcios representantes de los tres estándares.
Se realizaron visitas técnicas al extranjero con el propósito de conocer in situ la experiencia de otros países en la implementación de las distintas normas de televisión digital. Asimismo, fueron invitados una serie de expertos y representantes de empresas a participar en reuniones de trabajo para conocer su experiencia en la implementación de los distintos estándares y recoger la viabilidad de cada norma en Chile.
Tras este largo camino, obtuvimos las certezas técnicas y económicas en favor de la norma ISDBT, que presenta un desempeño marcadamente superior que DVB-T y ATSC en la calidad de la señal entregada al usuario, evidenciado tanto en teoría como en la práctica. Al igual que los otros estándares tiene capacidad para transmitir programación en alta definición así como varias señales. Pero a diferencia de DVB-T y a ATSC posee una tecnología probada y en operación para transmisión a portátiles. Ofrece flexibilidad de configuración para desarrollar nuevos modelos de negocio. Puede ser implementado con codificación MPEG-4 como se hará en Chile. Los precios de sus equipos no son mayores que aquellos para DVB-T y ATSC. No presenta incertidumbres relevantes o riesgos en su evolución de corto y mediano plazo.
El juicio técnico del Gobierno en favor de esta norma, ha sido ampliamente apoyado. Hoy, con este paso zanjado, es momento de concentrar nuestras ideas y voluntades en la necesidad de alcanzar un acuerdo amplio para que se apruebe la Ley de TV digital, que no solo está llamada a hacer posible que partan las transmisiones digitales, está llamada sobre todo a generar el cambio profundo que esperamos todos de la televisión chilena en su rol innovador, informador, educativo, integrador y pluralista.
Pablo Bello Arellano
Subsecretario de Telecomunicaciones
Gobierno de Chile