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En Londrina, sur de Brasil, un caso policial inquietó a la población local. Una pandilla de cuatro rateros armados asaltó una empresa de insumos agrícolas, tomando a los funcionarios y al dueño de la compañía como rehenes. Podría haber sido un crimen perfecto, de no ser por un pequeño detalle: la banda no tenía idea de tecnología.
Resulta que el botín consistía en computadores, dos automóviles, máquinas varias y dinero, además de unos artefactos desconocidos que se veían valiosos. ¡Eran GPS y estaban encendidos!
Apenas los truhanes arrancaron felices, los trabajadores recurrieron a uno de los computadores que quedaron y rastrearon a los «genios» del delito. Apenas los hampones llegaron a su escondite, los afectados denunciaron a la policía el hecho y entregaron la ubicación de los malhechores, con asombrosa precisión.
Al llegar a la guarida de los cacos, la policía encontró solo a uno de los delincuentes durmiendo a pata suelta. Además, hallaron en el lugar los vehículos sustraídos, el dinero y cheques de atracos anteriores. Según la policía el proceso entre la localización y la detención del infeliz tomó apenas 20 minutos.
Este caso demuestra dos cosas: que el crimen no paga y que saber algo de tecnología, a veces puede ser muy útil.
Link: Homem rouba rastreador e é preso em 20 min (INFO Online vía FayerWayer Brasil)