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Sennheiser HD 800: La perfección en auriculares.
Así como en el área visual las compañías están tratando de innovar con nuevas tecnologías de alta definición con mayor calidad y diseño, en el mundo del audio de alta fidelidad sucede algo similar solo que no es tan publicitado, pero no por eso es menos importante.
Lo anterior viene a colación por que nos hemos apropiado (al menos por unos días) del mejor par de audífonos creados por el hombre, parece una exageración pero no lo es. Los Sennheiser HD 800 redefinen el concepto de alta fidelidad y le dan un aire artesanal a la manufactura. ¿Hay algo mejor que esto? No, pero a cambio hay que pagar un precio muy alto, y no nada más de dinero. Pero dejemos de especular y vayamos directo a lo que nos interesa: el sonido de los HD 800.
Grandes de nacimiento.
Todo parece indicar que están pensados para impresionar. Desde que tomamos la enorme caja nos dimos cuenta que adentro había un equipo muy superior y también muy caro. El empaque está hecho para que cuando salgas de la tienda llames la atención con tus nuevos HD 800. Al abrir el empaque nos encontramos que los audífonos están muy bien acomodados, rodeados de tela satín negro que grita elegancia con mucho orgullo.
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Elegantes desde el empaque.
Es indudable que a la vista se nota que son un gran equipo, pero al contacto con las manos se sienten los materiales. Olvidemos el plástico y materiales baratos, aquí todo es metálico; aluminio y belour para las almohadillas. El cable que va al conector es grueso, resistente y la punta está chapada en oro. Pero todo esto no solo es por cuestiones estéticas sino que ayudan a que se sientan firmes al sujetarlos y que resistan al uso diario.
Sennheiser se ha caracterizado por hacer los auriculares más cómodos y aquí no es la excepción. Su diseño circumaural cubre las dos orejas lo que evita que éstas queden presionadas y la diadema se ajusta fácilmente además de que está cubierta de tela suave del lado que da a la cabeza. Aunque pesan 330 gramos, el diseño los distribuye muy bien y no cansan la cabeza ni el cuello. El resultado son unos audífonos que se pueden disfrutar por horas sin apenas sentir alguna molestia. En otras palabras; son comodísimos y se pueden usar sin parar.
Los acabados están terminados a mano.
Tenemos que decirlo. Están diseñados y fabricados en Alemania, pero no solo eso sino que su manufactura utiliza procesos manuales haciendo que sean un equipo artesanal.
¿Se escuchan como se ven?
Ahora viene la parte más interesante, y por la que uno se compraría este set de audífonos, el sonido.
Los Sennheiser HD 800 presumen de ser los audífonos con los transductores más grandes con 56 milímetros, incluso crearon métodos nuevos para su elaboración que estan patentados por la misma Sennheiser. Sencillamente no había nada en el mercado que se le pareciera. Todo eso hace que su respuesta de frecuencia sea de 6Hz a 51KHZ. Esto puede parece intrascendente, después de todo el oído humano solo puede escuchar en promedio de 20Hz a los 20KHz, pero contar con rangos de frecuencia tan amplios ayudan que la música suene rica, profunda, clara y brillante. Su diseño abierto y dinámico abraza las orejas, además los transductores tienen una ligera inclinación que apunta a los oídos y ocasiona que el sonido sea espacioso, dándole una tonalidad natural a las notas musicales. Y es verdad. En audífonos de alta fidelidad (y alto precio) los géneros musicales que más destacan son el jazz o la música clásica debido al gran detalle que ofrecen, pero palidecen un poco en las frecuencias bajas, así que con este par decidí aventarles eso y mucho más.
Transductores patentados por Sennheiser.
Lo mismo escuché el último disco del dúo electrónico The Crystal Method, algo del pop de Michael Jackson, rock crudo de The White Stripes, Pink Floyd en vivo, NOMO, un poco de Café Tacuba y por supuesto Beethoven, entre muchos más. Es sorprendente lo bien que reaccionan los HD 800 ante cualquier instrumento y voz. Las frecuencias bajas se esuchan poderosas pero nunca, nunca opacan el sonido; tienen esa consistencia deliciosa pero no embrumecedora; las frecuencias agudas brillan como si sacarán chispas sonando perfectas y otorgando a la música detalles indescriptibles, pero jamás saturando el sonido de “eses”. En cuanto las frecuencias medias, que generalmente suelen estar apagadas en muchos auriculares, se escuchan potentes pero pareciera que se adaptan de acuerdo al tipo de música por lo que da la sensación que están donde tienen que estar. ¿Se trata del sonido perfecto? Depende de lo que es perfecto para cada quien, pero estamos ante lo que debería de ser el audio ideal no solo como diversión sino como modo de vida. Es decir, sí son perfectos.
Todo tiene un precio.
Tenemos que aceptar que nada es gratis en la vida y todas las bondades de los Sennheiser HD 800 tienen un costo, y este es muy elevado.
Primero nos toparemos que debido a su impedancia de 300 Ohms, requieren cantidades abismales de corriente. Traducido quiere decir que necesitan de una buena fuente para funcionar correctamente. Usarlos conectados exclusivamente a la computadora o al iPod sería como agarrar un Ferrari y manejarlo en la Ciudad de México un lunes a la hora de la comida. Para eso hay audífonos dedicados a funcionar con poca corriente y moverlos con facilidad. Dicho lo anterior, yo los probé con un amplificador Klipsch, que hace las veces de sistema de teatro en casa, y con otro específico para audífonos de los alemanes de Lehmannaudio. Solo así se pueden usar y aprovechar.
Sus 300 Ohms demandan mucha corriente.
Segundo; es que cuestan tanto o más que una laptop promedio con un precio de USD$1.400, razón más que suficiente para pensársela dos veces antes de sacar la tarjeta y firmar por este par.
Conclusiones
Es dificil pensar en unos audífonos mejores, pero ¿valen los USD$1.400 que pide Sennheiser? La respuesta depende de cada quien; un amigo me decía si yo me los compraría a lo que le respondí: si tuviera el dinero suficiente por supuesto que los compraría pues para mi valen ese dinero ya que el audio es uno de los aspectos más importantes en mi forma de de trabajo y diversión. Pero sé que esto no es igual para todos.
Lo cierto es que Sennheiser se esmeró en crear el mejor sonido que unos auriculares pueden tener, y me atrevo a decir que cualquier tipo de bocina. Los resultados son sorprendentes pues lograron su objetivo con creces y se han puesto como la referencia obligada entre los conocedores y como el sueño inalcanzable de otros.
El proceso final de fabricación se hace a mano.
Otras personas me preguntaron; ¿y para que se usan? Debido a su naturaleza abierta quedan descartados para DJs y sería arriesgado usarlos para monitorear grabaciones en estudios porque no aíslan y dejan salir el sonido. Tampoco sirven como audífonos portátiles por su gran tamaño y requerimientos de potencia. Pero para lo que si sirven es para reproducir el mejor sonido del mundo a través de dos bocinas, entonces pues para eso se usan.
Lo Imperdible:
- Diseño brillante, llamativo y resistente.
- Los materiales de construcción son de primer nivel.
- Cómodos, cómodos, cómodos.
- Tienen el mejor sonido disponible en unos audífonos o cualquier otro sistema de audio.
- Son los mejores audífonos del mundo. Punto.
Lo Impresentable:
- Su precio está arriba de lo que la mayoría podemos pagar.
- Requieren mucha potencia para aprovecharse.
- De ahora en adelante ya nada sonará igual.