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(cc) Andrew Mason
Apostaría a que a muchos de nosotros nos han dicho “los gadgets te chupan la sangre”, “el computador te quita mucho tiempo” o una que otra frase análoga; pero lo que ahora les vamos a contar corresponde a otras ligas.
Desde hace unos cinco años se viene hablando de la utilización de nanogeneradores, y hace unos dos se está obteniendo energía utilizable desde pequeñas ondas ultrasónicas, pero la semana pasada ocurrió algo increíble. La colección de energía desde el propio flujo sanguíneo, acercándonos fuertemente a algunas ideas post-apocalípticas al estilo de la Matrix.
Esto, porque de acuerdo a un equipo Norteamericano de investigadores de cables nanométricos y motores piezoeléctricos nuestra sangre podría ser utilizada para obtener energía, gracias a la utilización de pequeñísimos cables de óxido de zinc que son capaces de “generar” energía eléctrica cuando son sometidos a tensión o stress mecánico.
Esos cables nanométricos y motores piezoeléctricos miden hasta 5000 veces menos que un pelo humano, por lo que no deberían entorpecer demasiado el funcionamiento de nuestro cuerpo, a la vez que nos permitirían energizar pequeños dispositivos como móviles, reproductores de audio y similar. Lamentablemente esto no será en un futuro muy cercano y a muchos nos provoca algo de rechazo la idea; pero quizás en un futuro esto no nos llame tanto la atención y sea considerado, incluso, como ecológicamente amigable.
Link: iPods to be Powered by Your Own Blood? (Mobilewhack)