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Este auto es el futuro del automovilismo.
La primera vez que alabamos el Honda FCX Clarity fue hace un año cuando fue oficialmente anunciado como el primer vehículo potenciado por hidrógeno que estaría comercialmente disponible al público general. A mediados del 2008, la promesa se hizo realidad, este sedan de 5 puertas se puso a la venta en California, Estados Unidos. Puede que no se gane el premio al auto más atractivo, pero personalmente me fascina — sin mencionar el hecho que su cabina es de lo más futurista que he visto en un auto de producción.
Al igual que el Tesla Roadster que comentamos ayer, el FCX Clarity es un auto eléctrico. Pero la diferencia está en que mientras el Tesla utiliza baterías de ion-litio que son recargadas utilizando la red eléctrica, este Honda utiliza celdas de combustible (fuel cells) que generan electricidad a partir de hidrógeno que obtienes en una estación de servicio — prácticamente de la misma manera que hoy llenas un auto de petroleo. Uno de los beneficios es que mientras las baterías pueden tomar más de 10 horas en tener una carga completa y no aseguran una autonomía mayor a 100 kilómetros, llenar el estanque del FCX Clarity toma un par de minutos y entrega una autonomía sobre los 400 kilómetros. Otro beneficio frente a autos “recargables” como el Tesla es que esos autos requieren una gran cantidad de baterías para obtener una autonomía y velocidad similar a uno tradicional, eso significa llenar cada rincón del vehículo con baterías al nivel que prácticamente no queda espacio para 5 pasajeros o una maleta de tamaño útil — sin contar el aumento considerable de peso.
Para una persona común, como mi madre, pasar de un auto convencional a uno a hidrógeno será casi imperceptible. Se maneja como un auto automático convencional, tiene una velocidad y autonomía estándar, y cuando se está acabando el combustible, sólo debe acercarse a una estación de servicio a llenarlo de hidrógeno. Quizás las únicas diferencias son los beneficios: Un motor totalmente silencioso y la emisión exclusiva de agua por su tubo de escape.
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Por el lado de los costos, también es totalmente competitivo. Un litro de hidrógeno cuesta prácticamente lo mismo que un litro de petroleo, con el potencial de bajar de precio a medida que se masifique su extracción, ya que es uno de los elementos más ubicuos de la Tierra. Por otro lado, el vehículo también está disponible a un precio competitivo. Debido a lo novedoso que es, Honda sólo lo está vendiendo en modalidad de leasing, es decir, se compra en 36 pagos de US$ 600, que incluyen mantención y seguros, dando un precio total de US$ 21.600. Sin contar que promete requerir menos mantención al tener un motor eléctrico con sólo una parte móvil.
Finalmente, es un auto sustentable aprobado por Veo Verde: Su única emisión es agua. Los críticos insisten que se produce más CO2 al extraer hidrógeno, que el equivalente que produciría un auto a petróleo en su vida útil. Sin embargo los procesos han avanzado vertiginosamente en los últimos años, al nivel que hoy se está produciendo hidrógeno de diversas maneras con excelentes resultados de eficiencia y aprovechando recursos renovables como la energía solar o aprovechando los mismos desechos produciendo hidrógeno desde los vertederos de basura. Incluso con los métodos tradicionales que producen CO2, este gas nocivo sería generado sólo en las refinerías por lo que puede ser desechado de manera más eficiente que los millones de autos soltándolo libremente a la atmósfera.
Aunque debería escribir sólo un par de párrafos explicando porque es mi producto o servicio favorito de este año, la verdad es que considero que este auto representa un cambio tan grande para la humanidad, que no era posible mencionarlo livianamente. Necesitamos que el cambio de petróleo a hidrógeno se acelere en todo el mundo. En California, Washington, Nueva York, Amsterdam, Reykjavik y Luxemburgo ya hay estaciones de servicio a hidrógeno, y están siendo utilizados para recargar autos o buses. Por otro lado fabricantes como BMW, Mercedes-Benz, General Motors, Ford, Hyundai y Toyota también tienen prototipos o modelos de prueba funcionando a hidrógeno, pero sólo Honda a comenzado a venderlo masivamente.
Para cerrar, quiero repetir lo mismo que dije la primera vez que supe de este auto: Con estas nuevas tecnologías siempre está el problema del huevo y la gallina. No se fabrican autos a hidrógeno ya que no hay donde recargarlos con este combustible. De la misma forma no existen estaciones de recarga de hidrógeno ya que no existen autos que lo utilicen. Por eso un aplauso para Honda, que decidió dar el primer paso: Ser el huevo. ¿O la gallina? No importa, quiero uno.
Mañana: Juan Francisco Diez nos presenta su favorito 2008.