Un grupo de científicos europeos han presentado una reciente investigación en la revista Nature Biotechnology, en la cual muestran los esperanzadores resultados luego de alimentar a unos ratones con unos tomates modificados por medio de ingeniería genética, que les permite controlar el gen p53 al que llaman “el guardián del genoma” y cuya mutación se encuentra en el 50% de todos los cánceres.
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Los tomates fueron modificados con los genes “Delila y Rosea1” con el objeto de incrementar la cantidad de antocianinas, las que serían fundamentales para prevenir la degeneración de células en órganos según los investigadores.
Los antociánicos se encuentran presentes, en altos niveles, en las frambuesas y en las moras; y son capaces de reducir significativamente células como las del cáncer de colon.
La investigación utiliza el tomate ya que este es un alimento muy popular y que se encuentra presente en una gran variedad de comidas.
Los genes que les son insertados se transmiten a las próximas cinco generaciones de tomates, los que presentan un color morado al cambiar el pH por la concentración de antociánico.
En la investigación se utilizaron ratones que carecen del gen p53, por lo que desarrollan distintos tipos de cánceres. La vida media de estos roedores aumentó de 142 a 182 días, gracias a la dieta con tomates alterados genéticamente.
Para medir algún tipo de contraindicación se suministró la misma dieta a ratones normales, los que no presentaron ningún tipo de efecto en su salud.
Link: Enrichment of tomato fruit with health-promoting… (vía Ars Technica)
Foto: Spisharam (Flickr)