En estas páginas hemos seguido diligentemente todas las novedades en torno al Gran Colisionador de Hadrones, la maquinaria científica de proporciones épicas que pretende ayudar al entendimiento de una serie de teorías físicas fundamentales. Lo colosal del experimento y la posibilidad de crear agujeros negros en miniatura dentro de nuestro propio planeta desataron una histeria colectiva global, que quizás tratamos con demasiada holgura, lanzando chistes en torno a la posibilidad de generar el caos y sin considerar que mucha gente se tomó muy seriamente esa posibilidad.
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Esto quedó en evidencia el día de ayer luego de que Chayya, una joven muchacha india de 16 años, cometiera suicidio tras quedar “traumatizada” con los reportes que apuntaban a que el experimento del LHC podría desatar el fin del mundo, emitidos continuamente por los medios locales de televisión.
Esto nos puede parecer muy extraño a quienes vivimos en Occidente, pero la cultura india es muy supersticiosa respecto de estos temas, prueba de esto ha sido un drástico incremento en las visitas a los templos religiosos del país, orando por la salvación del mundo y ofreciendo tributos a las diversas deidades nacionales.
La pérdida de Chayya es una prueba de que los medios de comunicación deben (¿debemos?) ser muy responsables con la información que circula, puesto que no sabemos a qué cosas puede llevar.
Link: Teen commits suicide after ‘end of world’ reports (News.com.au)
Esta entrada fue enviada desde Mamiña con Av. José Miguel Carrera con la Banda Ancha Móvil de Entel PCS.