En Japón la falta de espacio es un gran problema tanto para los vivos como para los muertos, así que soluciones ingeniosas aparecen frecuentemente.
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La compañía Nichiryoku ha creado una nueva clase de cementerio, donde los restos de los difuntos son mantenidos en contenedores almacenados en una bóveda subterránea. Cuando los deudos llegan de visita, usan una tarjeta RFID para activar un sistema que lleva el contenedor hacia uno de las “áreas de oración”, las cuales parecen vitrinas. Un video, después del salto…
Link: Japanese graves use technology for limited space (Trends in Japan)