Nunca jamás pensé que haríamos un FayerWayer Labs sobre una cámara análoga. Si, esas cámaras que usábamos en el siglo XX que tenían un rollo de película que se impregnaba con la imagen y luego tenías que llevar a un laboratorio fotográfico que con un poco de magia (y unos procesos químicos), revelaba la imagen atrapada. Si, esas cámaras que no tenían pantalla y no podías ver lo que acababas de fotografiar. ¿Te acuerdas? ¿No? No importa.
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Esta cámara es diferente. Es una Lomo. Por allá por 1990 un par de jóvenes estudiantes austríacos descubrieron una cámara fabricada por el gobierno ruso que era increíblemente simple con un lente excepcional y quedaron fascinados con sus fotos “únicas, profundamente saturadas y a veces borrosas”. Las fotos no eran perfectas y esa era precisamente su gracia. Era la Lomo Kompakt Automat. Rápidamente lograron un acuerdo con la empresa rusa y se convirtieron en los distribuidores exclusivos para todo el mundo de estas cámaras y crearon una nueva tendencia: La Lomografía.
En cuatro palabras la filosofía es “no pienses, sólo dispara”. En más palabras, sigue leyendo.
Las reglas son simples:
- Lleva tu LOMO a donde quiera que vayas y en toda ocasión.
- Usala a cualquier hora — día o noche.
- La Lomografía no es una interferencia en tu vida, es parte de ella.
- Dispara desde la cadera.
- Acercate a los objetos de tu deseo lomográfico tan cerca como puedas.
- No pienses.
- Se rápido.
- No tienes que saber de antemano lo que has capturado en la película.
- No tienes que saber posteriormente, tampoco.
- No te preocupes por las reglas.
Hace un par de meses nos contactó el Embajador en Chile de la Sociedad Lomográfica Internacional (así se llaman sus representantes), para ofrecernos probar una máquina. Obviamente, aceptamos con gusto.
Nos pasaron la Colorsplash. La idea de esta cámara es poder manipular el color de tus imágenes de la forma más simple posible, bañándolas en luz. En este caso, el flash tiene una rueda con transparencias de color. Tu simplemente lo giras hasta tener el color que prefieres (rojo, verde, amarillo o azul) y disparas. La víctima quedará bañada, de día o de noche, con el color elegido. Más encima tiene un mecanismo muy simple para hacer fotos de larga exposición. Simplemente eliges que vas a sacar fotos de noche (tiene un switch), y al momento de presionar el obturador, éste quedará abierto hasta que lo sueltes, disparando el flash en la última milésima de segundo. Esas simples opciones permiten experimentar con miles de resultados diferentes.
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Una vez que se acaba el rollo, lo llevas a un laboratorio de revelados (si, todavía existen) y pides que te copien las fotos en un CD — hoy todos los laboratorios lo hacen. Con el CD en mano, finalmente puedes subirlas a tu computador para ver el resultado y compartirlas con todo el mundo.
Me fascinó la cámara, aunque realmente me encantaría que tuviera una versión digital. Que mantuviera su simpleza, que no venga con pantalla ni ninguna función adicional, pero que simplemente te permitiera descargar las fotos directamente a tu computador sería el paraíso.
Disculpen por las fotos mala/fomes, pero recién después de ver el primer revelado (las mejores las pueden ver aquí), entendí como funcionaba la cámara. Ahora si vuelvo a tomar fotos con ella, ya sabré como sacarle mejor provecho.
En Chile hay varios modelos disponibles que van desde los CLP$35.990 (US$70) hasta los CLP$250.990 (US$495). Pero si no tienes un peso y el viejito pascuero no se apiadará de ti esta navidad, actualmente LomoChile tiene un concurso fotográfico donde te puedes ganar varias de sus cámaras. El concurso, llamado Musikography, consiste en enviar una foto relacionada a la musica. Aunque en realidad esa es una pésima explicación, mejor mira su sitio.