En muchos países, por ley no se les puede vender cigarrillos a los menores de edad. ¿Pero como se evita que un adolescente compre cigarrillos desde una máquina expendedora? pues usando reconocimiento facial.
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En Japón, un par de empresas desarrollaron un sistema que puede calcular la edad de los compradores mediante el reconocimiento de ciertas características faciales tales como arrugas alrededor de los ojos y boca, además de la contextura general. Al parecer el “ojo” logra acertar en el 90% de los casos. De todos modos y en caso de duda, la máquina pide una identificación con foto y compara la imagen que aparece en esta, con la imagen del comprador. Si coinciden, entrega la caja con cilindros tóxicos.
Link: Cigarette Machine Can See Who’s Too Young To Smoke (Vía The Raw Feed)